top of page
CANCER_Mesa de trabajo 1.jpg

¿Qué es el dolor? ¿Cómo identificamos cuando nos puede superar? ¿Cómo afrontamos la vida con una sensación crónica? En el cáncer
el uso de medicamentos para el dolor es parte del proceso.

Por: Laura Ximena Bustos Mora

Para la Organización Mundial de la Salud, el cáncer “es un término amplio utilizado para aludir a un conjunto de enfermedades que se pueden originar en casi cualquier órgano o tejido del cuerpo cuando células anormales crecen de forma descontrolada, sobrepasan sus límites habituales e invaden partes adyacentes del cuerpo y/o se propagan a otros órganos” y, según la Liga Colombiana Contra el Cáncer, cerca de 96 personas mueren cada día en Colombia por causa del cáncer.

 

En esta enfermedad, el médico y su equipo de trabajo puede prescribir los opioides para los pacientes que presentan una molestia bastante fuerte en cierta zona del cuerpo o incluso un dolor que se llegue a presentar por la misma enfermedad. En el cáncer estos dolores se pueden presentar por distintos factores, ya sea por el mismo diagnóstico, los tratamientos, los tumores que llegue a tener el paciente, las quimioterapias intravenosas, radioterapias, entre otros factores.

 

La oncóloga venezolana Adriana Amado, egresada del Hospital Militar Doctor Carlos Arbelo, hace alusión a los opioides en el cáncer, el uso que se les da a estos medicamentos y las afectaciones que se pueden llegar a presentar debido a la enfermedad y el consumo de estos fármacos. 

​

En la sociedad para algunas personas los opioides es un término no muy conocido, estos básicamente son los medicamentos más fuertes que se usan para poder aliviar o disminuir el dolor. De la misma forma, al ser un medicamento de alto grado, se debe consumir para ciertos pacientes, como lo son los grandes guerreros que luchan contra el cáncer.

 

“Es importante antes de entrar a colación que se debe de recordar que son medicamentos y fármacos utilizados en función de disminuir las molestias. En oncología el dolor es un gran problema, esto ya que se puede presentar en los estados iniciales de la enfermedad. Generalmente, los que se encuentran en condiciones avanzadas o metastásicas, son los que más se quejan del dolor, pero es una realidad que puede presentarse en cualquiera de estos ámbitos, independientemente del estadio de la enfermedad”, sostiene.

​

La distancia en la entrevista es notable, pero sus respuestas generan una conexión en cada una de ellas, así como la de los mitos que se tienen sobre los opioides y el gran impacto que estos han tenido en la sociedad. A pesar de ello, estos fármacos son de suma importancia en la medicina, es por ello que en este ámbito se hace un uso y consumo responsable del mismo. 

​

​

image.png
image.png

Para la Organización Mundial de la Salud, el cáncer “es un término amplio utilizado para aludir a un conjunto de enfermedades que se pueden originar en casi cualquier órgano o tejido del cuerpo cuando células anormales crecen de forma descontrolada, sobrepasan sus límites habituales e invaden partes adyacentes del cuerpo y/o se propagan a otros órganos” y, según la Liga Colombiana Contra el Cáncer, cerca de 96 personas mueren cada día en Colombia por causa del cáncer.

En esta enfermedad, el médico y su equipo de trabajo puede prescribir los opioides para los pacientes que presentan una molestia bastante fuerte en cierta zona del cuerpo o incluso un dolor que se llegue a presentar por la misma enfermedad. En el cáncer estos dolores se pueden presentar por distintos factores, ya sea por el mismo diagnóstico, los tratamientos, los tumores que llegue a tener el paciente, las quimioterapias intravenosas, radioterapias, entre otros factores.

 

​

La oncóloga venezolana Adriana Amado, egresada del Hospital Militar Doctor Carlos Arbelo, hace alusión a los opioides en el cáncer, el uso que se les da a estos medicamentos y las afectaciones que se pueden llegar a presentar debido a la enfermedad y el consumo de estos fármacos. 

​

En la sociedad para algunas personas los opioides es un término no muy conocido, estos básicamente son los medicamentos más fuertes que se usan para poder aliviar o disminuir el dolor. De la misma forma, al ser un medicamento de alto grado, se debe consumir para ciertos pacientes, como lo son los grandes guerreros que luchan contra el cáncer.

 

“Es importante antes de entrar a colación que se debe de recordar que son medicamentos y fármacos utilizados en función de disminuir las molestias. En oncología el dolor es un gran problema, esto ya que se puede presentar en los estados iniciales de la enfermedad. Generalmente, los que se encuentran en condiciones avanzadas o metastásicas, son los que más se quejan del dolor, pero es una realidad que puede presentarse en cualquiera de estos ámbitos, independientemente del estadio de la enfermedad”, sostiene.

La distancia en la entrevista es notable, pero sus respuestas generan una conexión en cada una de ellas, así como la de los mitos que se tienen sobre los opioides y el gran impacto que estos han tenido en la sociedad. A pesar de ello, estos fármacos son de suma importancia en la medicina, es por ello que en este ámbito se hace un uso y consumo responsable del mismo. 

“Estos fármacos ayudan mucho, pero en ese proceso donde el dolor ya es resistente a otras líneas de tratamiento y cuando está un dolor que es muy fuerte o es referido por el paciente como intolerable”, señala. Detalla que “antes de los opioides tenemos una línea de medicamentos que son sutiles y beneficiosos, los cuales se pueden utilizar en ese primer escalón. De hecho, la Organización Mundial de la Salud hace referencia a utilizar el control del dolor según los escalones”. 

​

Debido a esto, no se debe de tener como primera opción los opioides, ya que como enfatiza Adriana, se debe de seguir y hacer un uso adecuado de la escalera del dolor. “Primero vamos a iniciar con fármacos que son utilizados normalmente como bien definidos como aines, que pueden ser esteroideos y no esteroideos, estos son lo que conocemos como lo son el acetaminofén, diclofenaco. Posteriormente, avanzamos a un segundo nivel, en donde se inicia a ser uso de los opioides, hay opioides que son débiles y otros que son fuertes, pero todo eso va a depender de esa escala del dolor que refiera el paciente”.

 

Un dolor que se encuentra ubicado en un nivel como el de un videojuego, uno donde las ayudas para superar este nivel es una pequeña cápsula, la cual también tiene una clasificación segun su poder. 

Por su parte, la especialista hace un énfasis en los tipos de dolores que pueden llegar a presentar los pacientes que se encuentran en el área de la oncología. Algunos de estos se pueden llegar a presentar por los mismos tumores que se dan por la misma enfermedad.

​​

“Pueden ser dolores propios del tumor, de los fármacos, incluso dolores de orígenes emocionales. Los propios del tumor pueden ser compresivos dependiendo del órgano en donde están adheridos o de donde los están invadiendo, los neuropáticos donde prácticamente invaden la parte nerviosa, vasculares en este es toda la zona de las arterias. De hecho, existe una escala que nombra estos dolores, orgánicos, nociceptivos que representan un 70%, en los infectivos se subdividen en somáticos y viscerales”. 

​​​

Sin embargo, los dolores físicos no son los únicos que puede llegar a presentar un paciente, las emociones entran a jugar un papel muy importante. “Luego de estos, se encuentran el psicológico o psicosocial, estos representan de un 15% a un 20%. Pero yo puedo decir que con la experiencia del día a día uno puede percibir que estos dolores físicos en ocasiones llega a ir de la mano con los dolores emocionales, o inclusive este dolor emocional muchas veces se expresa ante un dolor físico”.

image.png

“Es por ello, que no es tan fácil el tratamiento del dolor oncológico. Es importante mencionar que el oncólogo no hace esto solo, sino que está rodeado de todo un equipo multidisciplinario de neurólogos, anestesiólogos, psicólogos y es que nosotros estamos tratando pacientes, no dolor”. Como una montaña rusa llena de adrenalina, emociones y de giros inesperados son los días de un paciente en oncología, pero sumándole una dosis de medicamentos. 

​

Para los pacientes, cuando llega la hora de darles el medicamento, la dosis para cada uno va a depender del dolor que presente y su respuesta a dicho medicamento.

 

“Cuando utilizamos morfina, hay una titulación especial para ella, nosotros contamos con una dosis, y se la vamos suministrando al paciente por medio de la dosis respuesta.  Aquí vamos viendo si el paciente va mejorando y eso lo vamos titulando. Por ejemplo, si la aplicación se hizo a las 6 de la mañana, cuánto tiempo empezó a aparecer nuevamente ese malestar, si empieza a aparecer dentro de 3 a 4 horas colocamos otra dosis respuesta y así vamos sumando lo que en 24 horas el paciente tolera de la morfina y tenemos una dosis estándar para él, pero todo depende del tipo y el nivel del dolor que el paciente puede tolerar.

“Otra opción que podemos realizar es la siguiente, si tenemos la morfina se puede colocar en el ombliguito, así como colocamos la insulina, allí vamos titulando la morfina y tenemos la absorción del medicamento por la vía adiposa”, explica..

Suministro de medicamentos

​

Para la suministración de estos medicamentos todo funciona bajo unas vías, las cuales unas son más efectivas que las otras o incluso algunas de ellas no llegan a ser muy usadas.

 

“Existen varias vías, estas son: La vía endovenosa, sub dérmica, parenteral y la oral. En oncología lo que se realiza es observar si el paciente tiene tolerancia por la vía oral, cuando se suministra por medio de esta se hace a través de cápsulas, si no se puede hacer uso de esta ya se ha porque el paciente tiene mucositis la cual se caracteriza por aftas en la boca, utilizamos otras vías como lo son las parentales y las endovenosas en donde los medicamentos se disuelven para que estos puedan pasar por la vía. También se puede hacer por medio de la vía central en donde se le suministra por el torrente sanguíneo”, manifiesta

​

“Otra opción que podemos realizar es la siguiente, si tenemos la morfina se puede colocar en el ombliguito, así como colocamos la insulina, allí vamos titulando la morfina y tenemos la absorción del medicamento por la vía adiposa”, explica..

​

En línea con esto, la doctora asegura que “los opioides pueden llegar a generar que el paciente presente esquizofrenia, delirios”, por lo cual, sostiene, “como médico, uno sí se puede percatar de estos signos de ansiedad, depresión, tristeza, esas emociones pueden condicionar a ese tipo de manifestaciones y podemos pensar que son los opioides.

 

Aunque esto es algo de base del propio paciente, en oncológica por lo general los pacientes pasan por una ola de frustración, ansiedad, tristeza”.  Si se habla de valientes y guerreros sin capa, seguramente una referencia podrían ser quienes se encuentran en la sala de oncología de los hospitales, desde los más grandes hasta los más chicos.

image.png
image.png

Los pequeños que tienen esta enfermedad también se les debe de suministrar opioides, una decisión que para los profesionales de la salud no es sencilla. “El manejo de estos fármacos es igual, incluso este puede llegar a ser superior al adulto, ya que pueden manejar las mismas dosis o inclusive el doble. En el cáncer infantil es todo un tema, porque toleran de una buena manera el tratamiento”.

​

A pesar de que los niños padezcan una enfermedad bastante fuerte, Adriana manifiesta que son quienes demuestran más fortaleza en las unidades de quimioterapia, son los corren y toman su enfermedad de la mejor manera posible. 

​

Si bien es cierto, en la actualidad los opioides son un tema del cual se está teniendo repercusión en el mundo por su uso erróneo, detrás de estos existe todo un protocolo y una serie de condiciones estipuladas para que estos puedan llegar a ser consumidos incluso en la especialidad de la oncología, en dónde el dolor es el pan de cada día.

​

El uso de estos fármacos no es perverso, lo importante es realizar un consumo y suministro consciente, pero especialmente seguro del mismo, garantizando la seguridad de los pacientes. No obstante, el personal sanitario debe de tener una buena conducta en este ámbito, ya que, por una parte, puede llegar a curar al paciente, pero por la otra puede llevarlos al mundo de la dependencia.

Sin-título-1.gif
bottom of page