Las personas en estado crítico sufrieron la crisis de los opioides.
Leonardo Arregocés, médico y exdirector de medicamentos y tecnologías en salud del Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia.
Los opiáceos tuvieron un papel muy importante en pandemia, se usaron en pacientes con compromiso respiratorio severo o función pulmonar, por la infección del virus, estos medicamentos se usaban para la comodidad del paciente, ya que la ventilación mecánica es muy incómoda y generalmente necesita algún tipo de manejo que la persona despierta no lo toleraría. Una forma de manejar estos pacientes es mantenerlos en un estado de sedación analgésica, administrándoles medicamentos constantemente que los mantiene dormidos y sin dolor.
En las unidades de cuidados intensivos, el fentanilo de uso médico se aplica en infusión continua, cuando la persona está en una condición complicada que no solo ayudaba a tolerar el ventilador, sino también el dolor que causa estar acostado todo el tiempo sin moverse.
“Durante la pandemia sí hubo un aumento muy grande en la importación y en la producción nacional de este tipo de medicamentos para atender esa emergencia”.
Durante esta etapa el incremento de los instrumentos médicos y medicamentos en los hospitales aumentó, así que hubo necesidad de echar mano de otros opiáceos que se conseguían también para mantener este estado de sedación, que habitualmente no se usan en cuidado intensivo para analgesia, pero dado que la demanda era superior a la oferta, entonces utilizaron otros medicamentos como morfina, como hidromorfona, para mantener ese estado de sedación y analgesia que necesitaban los pacientes.
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